RUTINA DIARIA PARA EL CUIDADO DE LA PIEL





Un buen cuidado de la piel incluye cuatro pasos básicos: limpiar, tonificar, cuidar y proteger.

Una limpieza a fondo es el primer paso en el cuidado eficaz de la piel. La limpieza elimina la suciedad, el sudor, la grasa y el maquillaje, y prepara la piel para el cuidado. La piel limpia puede absorber mejor los ingredientes activos de los productos para el cuidado.






Limpiar: La piel produce sebo a medida que se regenera durante la noche. La limpieza de cada mañana elimina este sebo y asegura que la piel esté lista para el cuidado de día.








Tonificar: La tonificación elimina los rastros de limpiador y refresca la piel, al tiempo que restablece su pH natural









Cuidado especial (por ejemplo, sueros o concentrados): Estos productos contienen una alta concentración de ingredientes activos y deben aplicarse directamente en la piel recién limpiada.






Protección Solar: Aunque muchas cremas de día ya incluyen un factor de protección solar (FPS), normalmente FPS 15, en muchas situaciones la piel requerirá un FPS superior. Puede aplicarse nuestro protector facial además o en lugar de su crema de día habitual.

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